Seguros
Con un seguro, pagas para estar protegido contra una pérdida
financiera específicamente definida, según lo descrito en un
documento de póliza escrita.
Así que les pagas cada año (o mes, etc.), y si ocurre algo malo, ¡ellos te pagan una gran suma de dinero!
Pero el documento de la póliza tendrá muchas reglas que indican en qué condiciones sí o no te pagarán, y cuánto te pagarán. Puede ser muy largo y debe leerse con atención.

Ejemplo: Seguro de vivienda
Pagas $20,000 pesos mexicanos al año (aprox. 1,000 USD), y si tu casa sufre daños, ellos pagarán para repararla.
Pero las reglas pueden incluir “reemplazo por uno similar” (no pagarán por mejoras) o “no cubre daños por inundación” (si estás en una zona propensa a inundaciones), lo cual los protege de ciertos pagos.
Los principales tipos de seguro incluyen:
- Salud: Cubre algunos gastos médicos si los necesitas, como costos hospitalarios.
- Responsabilidad civil: Te protege de reclamos de otros por pérdidas causadas por tu negligencia o acciones indebidas.
- Automóvil: Cubre daños a terceros y a tu propio vehículo bajo ciertas condiciones.
- Invalidez: Reemplaza parte de tus ingresos si no puedes trabajar por enfermedad o lesión.
- Vivienda: Cubre daños a la propiedad bajo condiciones específicas.
- Cuidado a largo plazo: Cubre ciertos costos de atención en un centro de cuidado o en el hogar.
- Vida: Entrega dinero a tus dependientes si falleces. Se aplican reglas especiales.
El seguro es algo realmente bueno; puede salvarte de malas situaciones, pero asegúrate de entender bien por qué y por qué estás pagando.
Qué Asegurar
Asegura lo que no puedes permitirte no asegurar.
¿Suena raro? Tal vez algunos ejemplos ayuden:
- Puedes permitirte comprar pan, ¡así que no necesitas asegurar eso!
- Puedes permitirte un nuevo microondas, así que tampoco necesitas asegurarlo.
- Pero no puedes permitirte reemplazar tu coche, así que sí deberías asegurarlo.
Piensa en las cosas realmente costosas que podrían suceder y asegúrate contra esas.
Ejemplo: Tu coche es muy barato
Así que puedes repararlo o reemplazarlo fácilmente por uno similar.
Entonces, ¿no necesitas asegurarlo, cierto?

¿Pero qué pasa si tu coche daña un Mercedes y ellos te piden $200,000 en reparaciones?
Eso se llama seguro de responsabilidad civil, así que tal vez deberías considerarlo.
El seguro es algo realmente bueno; puede salvarte de malas situaciones. Pero asegúrate de entender bien por qué y por qué estás pagando.